viernes, 27 de septiembre de 2019

XXV Congreso Nacional PAP

Cuando veo la propaganda de algunos candidatos a ser autoridades del PAP, la verdad, me sorprende el cómo se comportan, pensando que esta elección es como una carrera de caballos, armando pollas, cuatrifecta entre un conjunto de jugadores envilecidos por lla ludopatía, sin ningún horizonte que no ven más allá que sus propios intereses personales. Y hay de todas las categorías, los que siguen sin pensar, los patrocinadores de figuras sin ninguna relevancia, los aparecidos sin ninguna historia, los herederos del fracaso, los continuadores de lo mismo, los sin visión ni perspectiva de la realidad, los oportunistas de siempre y los inversionistas, que es una última categoría, que en los últimos tiempos ha tomado relativa importancia.

Esta carrera de semovientes, se hace con la misma pista, con una presidencia, y dos secretarias generales, con todas las atribuciones que tiene la presidencia, sin tener un líder de semejante trascendencia y lo peor es con la misma estructura organizativa que nos ha llevado al fracaso y no responde a las necesidades actuales, pero la máxima instancia que es el  Congreso Soberano no es capaz de cambiarla o existe un contubernio para mantener a las figuras ilustres que hoy ya no nos representan y más parece un aquelarre que una verdadera organización política.

Pareciera ser que, la consigna  es la repartija, no interesa con quien sumas, lo importante, es cuántos delegados tienes, ese el espíritu de nuestra organización. 

El debate, el análisis, las propuestas programáticas, eso,  ya no es trascendente y pareciera ser hechos del pasado.

La descomposición es tan grande que hemos perdido el sentido de la realidad y la subordinación esta tan enraizada que no me quepa la menor duda, hacer un cambio es una tarea titánica, no encuentro a  los cuadros de la organización política, donde están, o quizás haga falta un grito que los haga reflexionar y de una vez, podamos al unísono, actuar, romper con todo lo que representa el pasado y todas sus prácticas, que nos han dejado casi al margen de la ciudadanía y del pueblo aprista, con una organización política empequeñecida, sin dirección política y sus militantes con criterios tan distintos que podríamos decir que en muchos casos las posiciones son tan contradictorias que nosotros mismos ya no sabemos quiénes somos y cómo actuamos en la sociedad. La dirección política se perdió.

El debate ideológico no existe.

La tarea la tienen los cuadros del Partido: romper con el pasado y sus prácticas, recobrar la institucionalidad, fortalecer la organización política, darle contenido y dirección política. Actuar con transparencia y rendición de cuentas.

El Congreso del Partido tendrá que cambiar la estructura orgánica, como primera tarea, hacer una evaluación de los últimos 30 años y evaluar porque el PAP se encuentra como está.

Todo depende de nosotros.

 c. Eco. Juan Carlos Sánchez Montes de Oca
27.09.19